Tras retirarse como jugador, el argentino trabajará junto a Matías Almeyda.
Ambos coincidieron en el AEK Atenas y guardan una buena relación profesional.
Ahora se reencuentran en Nervión para iniciar esta nueva etapa.
Lamela ya sabe lo que es defender al Sevilla en el campo.
Jugó tres temporadas, marcó goles importantes y dejó huella en la afición.
Su carácter y compromiso lo convirtieron en un futbolista muy querido por la afición sevillista.
Almeyda quiere rodearse de gente de confianza en su equipo técnico.
Con Lamela suma a alguien que entiende el vestuario y la exigencia del club. Su experiencia reciente como jugador le da una visión muy cercana. Eso puede ayudar mucho en el trabajo diario con la plantilla. La juventud, clave en la llegada del argentino al cuerpo técnico. Sangre fresca y con ganas de revertir la situación.
Para Lamela, es un nuevo comienzo en el fútbol.
Deja atrás los partidos como profesional, pero no se aleja del deporte.
En Sevilla podrá aprender como técnico y seguir aportando al equipo. Una etapa distinta, pero con la misma pasión de siempre.