Con el inicio de una nueva temporada en LaLiga cada vez más cerca, el Sevilla FC ha tenido que lidiar con varios contratiempos que han condicionado su preparación. La pretemporada del conjunto hispalense no ha transcurrido con la tranquilidad deseada, especialmente en lo que respecta al estado físico de algunos de sus jugadores más importantes. Las molestias musculares, las lesiones puntuales y los ajustes necesarios en la plantilla han supuesto un desafío añadido para el cuerpo técnico, que trabaja contrarreloj para llegar con garantías al primer compromiso oficial del curso.
Uno de los nombres que ha encendido las alarmas en el cuerpo técnico es el del central francés Loïc Badé, quien ha sufrido una lesión en el sóleo de su pierna izquierda. Según los servicios médicos del club, el zaguero estará al menos dos semanas fuera de los entrenamientos, a la espera de cómo evolucione su recuperación. Aunque no se trata de una lesión grave, su ausencia se produce en un momento crucial de la pretemporada, donde los minutos de juego y la puesta a punto táctica resultan fundamentales.
Desde la entidad sevillista se transmite cierto optimismo con respecto a su disponibilidad para el debut liguero, aunque todo dependerá del ritmo de recuperación que muestre el jugador en los próximos días. Mientras tanto, el entrenador deberá buscar alternativas en la zaga para mantener la solidez defensiva durante los compromisos amistosos restantes y no comprometer el rendimiento en el arranque del curso.
En definitiva, el Sevilla FC encara el tramo final de su preparación con la esperanza de recuperar a uno de sus pilares defensivos a tiempo para el comienzo de la competición. La evolución de Badé en los próximos días será clave para despejar dudas y garantizar que el equipo arranque la temporada con todas sus piezas en condiciones.
