El Sevilla FC atraviesa un momento bajo, tanto a nivel deportivo como institucional. El club ha pasado de ser temido en Europa a tener que codearse con los puestos más bajos de la tabla clasificatoria. Sin embargo, la afición siempre se ha mantenido en pie para animar a su equipo, en las buenas y en las malas.
La afición sevillista, una vez más, no falla a su cita
Una de las características que identifica al club nervionense es su afición, fiel y animosa hasta el final. En los últimos años ha habido muchos desplazamientos multitudinarios que el sevillismo recuerda con orgullo, como la final de Copa del Rey en el Santiago Bernabéu en 2008 o la última gesta europea en Budapest. A pesar de que el equipo no atraviesa su mejor etapa, el sentimiento y la pasión por los colores continúan intactos.
No obstante, la afición no solo destaca en los grandes acontecimientos del club, sino también en los partidos ligueros habituales. Cada fin de semana, el Ramón Sánchez-Pizjuán registra una de las mejores entradas de la competición, demostrando que el sevillismo trasciende resultados y clasificaciones. Y para un encuentro crucial que permita seguir avanzando en la competición copera, no iba a ser menos.
El Sevilla FC disputará la próxima ronda de la Copa del Rey ante el CD Extremadura, en el Estadio Francisco de la Hera de Almendralejo. El aforo destinado al público visitante será prácticamente sevillista, ya que se ha vendido por completo la zona de fondo. En total, 3.500 sevillistas alentarán al equipo el próximo 4 de diciembre a las 21:00.
Este desplazamiento masivo refleja, una vez más, el compromiso de una afición que se niega a abandonar a los suyos. En un año complicado, este tipo de gestos refuerza el vínculo entre grada y vestuario. El sevillismo vuelve a demostrar que, pase lo que pase, nunca caminará solo.
