El conjunto nervionense llegará con alegría al Metropolitano tras superar la ronda copera ante el CD Toledo. Sin embargo, el Sevilla FC de Matías Almeyda, más allá de disfrutar de una felicidad momentánea, busca estabilizarse en unos tiempos algo convulsos en Nervión. No lo tendrá fácil, ya que el calendario que se le presenta a los sevillistas en noviembre se antoja especialmente exigente.
Identidad clara, pero sin resultados regulares
Está claro que el proyecto construido por Antonio Cordón, de la mano de Matías Almeyda, busca una consolidación con el tiempo que permita a afición y equipo sentirse cómodos. Hasta el momento, el planteamiento sobre el césped se está cumpliendo: el Sevilla FC es un equipo que presiona arriba e intenta atacar de una manera simple y organizada. Eso lo que muchos llaman “una identidad de equipo”, la cual parece que tanto jugadores como afición van a principio a fin con esta idea, ya que en Nervión gusta el juego directo y claro para ganar partidos.
No obstante, a pesar de la ocasional brillantez en su juego, que ha llevado a victorias con mérito, el conjunto hispalense no está logrando una regularidad positiva en cuanto a resultados. Un ejemplo claro son las dos últimas derrotas consecutivas ante Mallorca y Real Sociedad, rivales que, a priori, parecían asequibles por su mal momento. Tanto es así que, tras las victorias seguidas frente a Rayo Vallecano y FC Barcelona, en el Sevilla FC se respiraba optimismo ante la posibilidad de encadenar una buena racha, pero desgraciadamente para los sevillistas, no fue así.
Ante esto, la afición muestra preocupación por esta irregularidad, aunque confía en que Matías Almeyda pueda revertir este síntoma liguero al que tendrá que hacer frente en un mes de noviembre marcado por rivales especialmente complicados.
Los de Almeyda afrontan su mes más exigente hasta ahora
El mes de noviembre del Sevilla FC, comandado por Matías Almeyda, se presenta como un gran examen para saber qué rumbo puede tomar la temporada. Una campaña que, de momento, deja dudas sobre a qué aspiraciones pueden llegar los hispalenses más allá de la permanencia. Lo que sí está claro es que la afición nervionense no quiere volver a sufrir como la pasada temporada, cuando el equipo coqueteó con el descenso. Por lo tanto, este mes podría determinar por dónde se va a cocer la presente campaña.
La primera gran prueba de fuego llegará este sábado ante el Atlético de Madrid, en el Metropolitano. Un encuentro en el que será complicado dar la sorpresa, ya que el Sevilla FC solo ha logrado una victoria allí desde la inauguración del estadio colchonero. Además, los madrileños llegan lanzados tras derrotar con solvencia al Real Betis Balompié en La Cartuja, manteniéndose —pese a la distancia en la tabla— con el objetivo de pelear por el título liguero hasta el final.
Posteriormente, los sevillistas recibirán el 8 de noviembre al CA Osasuna en el Ramón Sánchez-Pizjuán. A priori, podría ser el duelo más asequible del mes, ya que el conjunto navarro se encuentra en plena adaptación al nuevo sistema de Alessio Lisci. Una oportunidad para que Almeyda dé un golpe sobre la mesa con una segunda victoria consecutiva en casa. Sin embargo, cabe recordar que, en los últimos años, el CA Osasuna ha sido un rival especialmente duro para los hispalenses.
Durante este mes también habrá parón de selecciones, como viene siendo habitual en este inicio de temporada. Por ello, el Sevilla FC no volverá a competir hasta el 24 de noviembre, cuando visite al RCD Espanyol. El conjunto perico atraviesa su mejor momento con Manolo González al mando, situándose actualmente en puestos de Europa League. Será, por tanto, una batalla complicada, aunque la última visita sevillista a Cornellà terminó con una victoria por 0-2.
Para cerrar el mes, llegará El Gran Derbi Sevillano, un partido que siempre se vive como una final y que define quién manda en la ciudad durante la temporada. La buena noticia para los de Almeyda es que se jugará en su templo, ante un Real Betis Balompié que todavía no ha alcanzado su mejor versión. Sin embargo, como bien saben todos los sevillanos, este encuentro no entiende de dinámicas ni de tópicos.
En definitiva, noviembre se presenta como un mes de máxima exigencia para Almeyda y su equipo, que deberán demostrar hasta dónde están dispuestos a llegar en esta temporada.
